Nueva taberna de pinchos y tapas de la cadena Lizarran en el barrio de Chueca (Madrid)
11/11/2011 - Lizarran, cadena líder de pinchos y tapas en el mundo, acaba de inaugurar un establecimiento en Madrid, concretamente en el número 17 de la calle de la Libertad, en pleno corazón del madrileño barrio de Chueca. Tras el anuncio de la franquicia de restauración hace dos meses de su inminente llegada al barrio, el local de 120 m² abre ahora sus puertas, bajo la gestión de la propia enseña. Cuenta con una capacidad para 60 comensales sentados y una gran barra, mostrando una nueva imagen más dinámica e innovadora.
Lizarran ha sabido posicionarse como pionera de un concepto en restauración que engloba los beneficios de la gastronomía moderna junto a la calidad de la tradicional, convirtiéndose también en la exportadora de la cultura de las tapas en el mundo. Esta enseña española ha apostado firmemente por los valores de la dieta mediterránea para conjugar el ocio y la buena comida. Todas las tapas y platos tradicionales se elaboran con productos españoles de máxima calidad. “Ofrecemos un trato familiar y esmerado creando un ambiente cálido y relajado. Así, hemos logrado llevar a todos los puntos del país, y también a Europa, Asia y América, la verdadera costumbre del tapeo, con más de 300 tipos diferentes de tapas, platos tradicionales, y una gran selección de vinos, cervezas y postres”, explica José Luis Melis, formador del ‘staff’ de los restaurantes con más de 12 años trabajando para Lizarran.
Las múltiples variedades de selectos pinchos a lo largo de las barras de los establecimientos y el ambiente creado en cada local hacen que se puedan realizar comidas o cenas de una manera agradable, degustando un surtido de tapas que el propio cliente elige y en muchos casos se sirve en lugar del tradicional primer y segundo plato. “El cliente va tomando los pinchos que desea hasta que llega la hora de pagar, en función del número de palillos o pinchos consumidos. Este tipo de consumo permite que sea el cliente el que decide qué variedad prefiere y cuántos pinchos le apetece tomar”, afirma Melis.
Por eso esta red de franquicias, fiel a su política de desarrollo, está teniendo un éxito sin igual tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Recientemente Lizarran volvió a triunfar en Rusia, abriendo su segundo restaurante en Moscú, situado en el centro comercial Russia Mall, ubicado en una nueva zona del distrito financiero de la capital. También se posicionó en Reino Unido, inaugurando su primera taberna, concretamente en Milton Keynes, población cercana a Londres. Por último, este grande de la restauración abrió su primer local en Miami, concretamente ubicado en Coral Gables, y el segundo en la ciudad de Nueva York, sumando un total de cinco establecimientos en Estados Unidos, donde cuenta con otros locales en el estado de California, además de anunciar otras dos aperturas en el país.
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Lizarran ha sabido posicionarse como pionera de un concepto en restauración que engloba los beneficios de la gastronomía moderna junto a la calidad de la tradicional, convirtiéndose también en la exportadora de la cultura de las tapas en el mundo. Esta enseña española ha apostado firmemente por los valores de la dieta mediterránea para conjugar el ocio y la buena comida. Todas las tapas y platos tradicionales se elaboran con productos españoles de máxima calidad. “Ofrecemos un trato familiar y esmerado creando un ambiente cálido y relajado. Así, hemos logrado llevar a todos los puntos del país, y también a Europa, Asia y América, la verdadera costumbre del tapeo, con más de 300 tipos diferentes de tapas, platos tradicionales, y una gran selección de vinos, cervezas y postres”, explica José Luis Melis, formador del ‘staff’ de los restaurantes con más de 12 años trabajando para Lizarran.
Las múltiples variedades de selectos pinchos a lo largo de las barras de los establecimientos y el ambiente creado en cada local hacen que se puedan realizar comidas o cenas de una manera agradable, degustando un surtido de tapas que el propio cliente elige y en muchos casos se sirve en lugar del tradicional primer y segundo plato. “El cliente va tomando los pinchos que desea hasta que llega la hora de pagar, en función del número de palillos o pinchos consumidos. Este tipo de consumo permite que sea el cliente el que decide qué variedad prefiere y cuántos pinchos le apetece tomar”, afirma Melis.
Por eso esta red de franquicias, fiel a su política de desarrollo, está teniendo un éxito sin igual tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Recientemente Lizarran volvió a triunfar en Rusia, abriendo su segundo restaurante en Moscú, situado en el centro comercial Russia Mall, ubicado en una nueva zona del distrito financiero de la capital. También se posicionó en Reino Unido, inaugurando su primera taberna, concretamente en Milton Keynes, población cercana a Londres. Por último, este grande de la restauración abrió su primer local en Miami, concretamente ubicado en Coral Gables, y el segundo en la ciudad de Nueva York, sumando un total de cinco establecimientos en Estados Unidos, donde cuenta con otros locales en el estado de California, además de anunciar otras dos aperturas en el país.
